domingo, 18 de octubre de 2009

Juan Valdivia

Juan era una de esas personas con las que entablas una amistad eterna a las pocas horas de conocerlas.

El 23 de Octubre de 2008 llegaba yo a la ciudad de León (Guanajuato, México), acompañado por María José Hernández y Clara Collantes, mis compañeras de gira, Juan nos estaba esperando en la estación de autobuses. Ya mis amigos mexicanos me habían hablado de la calidad humana de Juan, pero creo de verdad que se quedaron cortos.

Él regentaba en “La última carcajada dela Cumbancha”, una peña (nombre que reciben en México ese tipo de locales de actuaciones) en León, él era el alma del local, durante nuestra visita se dedicó a hacer decenas de llamadas a amigos y conocidos para que asistieran a nuestro concierto, que por cierto, fue un éxito de público, gracias a Juan.
No podría contar la cantidad de “Cuvaldivias” (personalísima forma de elaborar los “cubalibres” que tenía Juan) que nos pudimos beber juntos. Terminamos la fiesta a altas horas de la madrugada, riéndonos y citándonos para una próxima vez, pero esa ya en mi terreno, en España, ya que él tenía muchas ganas de viajar.

Seguimos en contacto por email durante todo este año, de vez en cuando nos escribíamos. El pasado 12 de Octubre, lunes, recibí la triste llamada de María José Hernández, nuestro común amigo Alejandro Santiago le acababa de notificar el fallecimiento de Juan, se había producido la madrugada del 10 al 11 de Octubre. Una neumonía provocada por esa supuesta enfermedad, según muchos, llamada “gripe A”, nos había dejado sin un gran amigo, con un corazón tan grande como grande era todo su ser.

Juan se marchó y yo le debía un email, ya que me había escrito para ver si podía conseguirle el contacto con Ismael Serrano, para ver si podía llevarle a tocar a León. Yo sabía que Ismael estaba en Argentina entonces, por lo que decidí en vez de darle su contacto en España, con su oficina, pensé que era mejor esperar un poco y a la vuelta de Ismael tratarlo con él directamente…. ¡pero Juan se nos marchó antes!, así que me quedé en deuda con él.

Leyendo en Internet una de las noticias que hablan de su muerte, me encontré con este literal:

Tras su muerte, en su funeral hubo canciones, trova y pocos rezos (pero muy devotos). Como un momento especial se escuchó el Disco que grabara “La Corte de los milagros”, cuando estuvo en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Al tiempo en que su disco era escuchado, fue coreado por los amigos asistentes.

Al menos eso me reconforta.

Amigo, no te olvidaremos.